POESIADELASHITTM nace como una broma: ‘‘poetas de mier! Poetas ebrigüer!’’ Es un sentimiento de rechazo categórico a un ejercicio que parece completamente anacrónico. ¿Para qué, no sólo escribir, sino leer poesía en pleno siglo XXI? Esta pregunta obviamente es meramente retórica viniendo de alguien que no lee poesía, mas se convierte en una especie de sincero autoexamen cuando disfrutas del poema más romántico de Silva y al mismo tiempo dices: WTF? Y es ese vaivén, esa latente contradicción la que da pie a POESIADELASHITTM. Porque como toda broma comporta algo muy serio: la aparente imposibilidad de escribir poesía en nuestro tiempo. Cuando alguien nos dice que es poeta lo único que resta es darle una consoladora palmada en los hombros ¿Es posible aún hablar de poesía sin que una siniestra sonrisa se esboce en el rostro? Quizás sí, pero para eso es necesario hacerlo desde el punto más bajo, desde las cloacas y, especialmente, desde el peligroso territorio del humor. El humor es el veneno y el antídoto. Por eso la alusión a Silva, quien es visto como un decadente, un deprimido, un maldito, pero se obvia una de sus facetas más características, su extraordinario sentido del humor. Y es que el humor es el arma más eficaz para adentrarse en los sinuosos caminos del devenir poético. En este punto, Nicanor Parra es el puto amo. El poeta chileno viene a ser como el papá de los pollitos. Su obra poética, coloquial y sencilla, es un constante homenaje a la risa, pero no a la risa gratuita, sino al humor inteligente, al humor que descascara, que atenta y cuestiona el orden establecido. Y es que es indispensable que la poesía se consuma en una risa patética de sí misma, que se diga: ¡pero qué tonta soy, qué imbécil! En resumidas cuentas, que baje de cuanto pedestal le han puesto. La luna es sólo un trozo de piedra inerte, nada más. La realidad, con sus feos grises, otorga los materiales más constructivos para una identidad poética, el lirismo está en los inodoros. Es evidente que esta postura tiene un marcado componente político, pero no es la política la que mueve las turbinas de POESIADELASHITTM sino la economía. Y también la electrónica, la publicidad, la genética. Los crepúsculos, los suspiros, los arco iris, son elementos nefastos para el ejercicio poético. Eso no quiere decir que no seamos románticos, al contrario, somos tan o más románticos que nuestros bisabuelos, tan románticos que abogamos por una renovación del espíritu que nazca desde el hedor de los más pútridos miasmas. Porque la poesía transita por las cañerías y dice guarradas. ‘‘No me digas cosas bonitas, dime que soy una sucia.’’ ¡Sucia poesía! Poesía hardcore. La belleza no es sólo amarga, es malévola y traidora. POESIADELASHITTM no funciona como un proceso de exorcismo, de catarsis, sino de excreción. La poesía se suda, se vomita, se caga. Uno, literalmente, se deshace de ella.
Porque ella necesita unos buenos correctivos
